Confabular e imaginar el fin de este mundo. Taller de escritura especulativa.

Los estudios del pasado, presente y futuro especulativo aportan técnicas para la emergencia de imágenes capaces de horadar y neutralizar las narrativas en torno a la vida que se enmarcan en visiones patriarcales, coloniales y capitalistas, aquellas que describe la tecnología desde una perspectiva tecnosolucionista, extractivista y descontrolada. Esas tecnologías se nos presentan como herramientas que resuelven problemas a la vez que agujerean con su violencia al planeta, a los cuerpos y a ciertas voces.

Las perspectivas y visiones transfeministas y antirracistas podrían convertir parte de estos problemas en soluciones potenciales y circunstanciales, invirtiendo la carga de violencia a través de la agencia narrativa para crear ejercicios de sanación, reapropiación, transformación y reconocimiento de aquello que han sido históricamente borrado hasta el punto de que su existencia se considere imposible.

Así, en este taller, nos reuniremos a especular sobre lo (im)posible de formas que desafíen el conocimiento normativo y el poder afirmativo de quienes han encarnado siempre al mismo y único sujeto, presuntamente universal. De esta forma, nuestras especulaciones del futuro, presente y pasado por venir, podrán relacionarse entre sí, y al ver cómo se unen, congregan y repiten, podremos cerrar brechas, recomponen escenas y crear nuevos lugares (im)posibles.

Parte de los resultados del taller serán publicados en un libro este año 2023.

El taller se planteó como un espacio para el desorden temporal. Un espacio para viajar en el tiempo con el objetivo de horadar y neutralizar las narrativas en torno a la vida que se enmarcan en visiones patriarcales, coloniales y capitalistas. Estamos rodeadas de descripciones del mundo desde perspectivas tecnosolucionistas, extractivistas y descontroladas. Esas tecnologías se nos presentan como herramientas que resuelven problemas a la vez que agujerean con su violencia al planeta, los cuerpos y especialmente a ciertas voces. Por eso me interesaba experimentar con la escritura entendida como tecnología ancestral, forma de crear realidades de cualquier tiempo y estrategia para el ejercicio de la justicia narrativa.

Parto del convencimiento de que las perspectivas y visiones transfeministas y antirracistas podrían convertir parte de estos problemas en otras potencias y circunstancias. Capaces de invertir la carga de violencia a través de la agencia narrativa para crear, en el mejor de los casos, ejercicios de sanación, reapropiación, transformación y reconocimiento de aquello que ha sido históricamente borrado hasta plasmar su existencia como improbable.

En el taller nos reunimos a especular sobre lo (im)posible de formas que desafían el conocimiento normativo y el poder afirmativo de quienes han encarnado siempre al mismo y único sujeto, presuntamente universal. Nuestras especulaciones del futuro, presente y pasado por venir, buscaban relacionarse entre sí para en su unión, congregación y repetición, poder cerrar brechas, recomponer escenas y crear nuevos lugares de posibilidad.

Nos juntamos en La Parcería, espacio migra y antirracista de la ciudad de Madrid los días 9 y 10 de septiembre del 2023. Se trató de dos jornadas intensivas donde compartimos la mayor parte del día escribiendo, comiendo y condividiendo un espacio creativo y especulativo. Propuse una serie de ejercicios, relacionados con las memorias del pasado y del futuro de cada una de las personas participantes. Ejercicios que interpelaran la propia subjetividad, las memorias territoriales, las posibilidades de dejar de ser humanos, las consignas de lo minúsculo, el formar palabras entre distintos cuerpos devenidos letras, escribir en posiciones incómodas, dejar de ser, ser con otras y crear espacios de afecto comunitario para la escucha y la propia voz. Creo que lo disfrutamos mucho y guardo con cariño las horas compartidas, su posibilidad de extensión temporal y amuleto de protección ante lo impensable.